La escuela es el sitio donde esperamos que nuestros hijos estén seguros, y que las personas en las que confiamos lo más importante de nuestras vidas tengas el bienestar de ellos como prioridad. Consientes de esa necesidad de brindar seguridad para sus estudiantes y tranquilidad a los padres de familia, una escuela en Minnesota decidió emprender un proyecto.
Queriendo crear un ambiente de armonía dentro del edificio escolar, comenzó a aplicar un programa de identificación y seguridad. La idea era que cada miembro de la comunidad estudiantil tuviera una tarjeta de identificación con un código de barra impreso en ella. No solo con esto creaba un sentido de seguridad al momento que cada miembro del cuerpo docente tuviera una tarjeta con su nombre y color que lo identificara como tal, sino que a los alumnos también se les dotó de un sistema de identificación donde contaba con números de emergencia y tipos de sangre impresos en ella. Así el proyecto de seguridad bridó una solución íntegra a futuras necesidades, creando un sistema único de identificación.
El sistema de tarjetas inteligentes para los alumnos ayudó a tener mayor control en el uso de las instalaciones del edificio; como lo fue en el área de biblioteca donde la tarjeta de identificación era el único requisito para el préstamo de libros, logrando un control único de los libros. El ingreso al edificio del colegio fue limitado a los padres y madres de familia o tutores de alumnos activos, a los cuales se les otorgaba una tarjeta de visitantes que le permitía el paso a los sectores del edificio donde tuvieran que estar.
Después de un año el resultado de esta inversión la escuela creo el ambiente de seguridad que estaban buscando, bridándoles la tranquilidad a los padres de familia y resguardando la seguridad de sus alumnos. Con esto vieron un incremento en la matrícula y se volvieron una referencia en el distrito educativo.